Siempre necesité a alguien a mi lado.

-Intenté dar señales de vida una y otra vez pero me di por vencida. Ahora me dedico a vagabundear por las esquinas, sola, donde siempre tuve que estar.


-Jamás te rindas ante las adversidades de la vida.


-¿Te crees que es tan fácil? Tienes que entender que si luchas y pierdes una y otra vez te acabas cansado.


-Lo sé mejor que nadie, por eso mismo estoy aquí diciendote que merece la pena luchar, a pesar de que estes cansada, a pesar de que no tengas fuerzas, a pesar de que la suerte no esté de tu lado ...

-¿Acaso tú lo haces cuando no puedes más? ¿Sigues luchando?


-No.


-¿Lo ves? Es imposible, ni tú misma puedes.


- ¿Sabes por qué?


-Me imagino que será por lo típico, no tienes ganas de volver a estamparte contra el mismo muro de nuevo ¿no?


-No. Simplemente es porque nunca tuve a alguien que me animase a seguir, que me escuchase y me comprendiese, alguien que me ayudase a ver el lado positivo de toda esta historia. Cuando digo nadie es nadie. Por eso me dedico a ayudar a la gente, bueno mas bien a animar a la gente para que siga hacia delante. Jamás sabras si esta vez, por fin, te hubiese salido bien.

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¡ESTOY AQUÍ! ¿Alguien me oye?