Adivinar cada día que narices es lo que te pasa no es mi pasatiempo preferido la verdad, y si lo hago debes estarme agradecido. No es fácil adivinarlo, pero peor aún es saber el qué tengo que hacer para que no te enfades más. Si te pregunto que si te pasa algo soy una pesada, pero por el contrario si hago como si nada soy una pasota. Entonces dime, ¿qué tengo que hacer? O mejor dicho, ¿que quieres que haga? Estás en todo tu derecho de enfadarte si algo no te gusta, no lo niego, pero también creo que podrías poner algo de tu parte. A veces parece que esto no te importa, que solo tiro yo para que salga adelante, y eso no me gusta. Si quieres que lo haga como tú quieres dime como es, porque no puedo adivinarlo, principalmente porque cada día te da por un lado. Cuando crees que no me doy cuenta de que te pasa algo es porque intento hacer como si nada hubiese pasado, pero lo sé perfectamente. Sin embargo, cuando a mi me pasa algo lo ignoras por completo, a no ser que te lo cuente yo, ni si quiera me preguntas. ¿Soy tan buena actriz? No lo creo... Mira esto es sencillo, te quiero y eres el hombre de mi vida pero no por ello voy a dejar que hagas conmigo lo que te venga en gana. Tengo ganas de seguir con esto, creo que la ilusión no encuentra su fin en esta relación. Sé perfectamente que nuestro está por encima de cualquiera, también se que somos completamente distintos y esto hace que todo sea más difícil pero no imposible. Ya no me ando con rodeos, porque es inútil. A veces parece que te cuesta decirme te quiero, que hay que arrancártelo. He intentado entenderte, mil y una veces, pero no puedo hacerlo. Quiero que seamos felices para siempre de una vez.
Mi corazón ardia como el Windsor.
¡PUBLIPUBLIPUBLI!
